martes, 6 de octubre de 2009

The Greatest

Once I wanted to be the greatest
No wind of waterfall could stall me
And then came the rush of the flood
Stars of night turned deep to dust

Melt me down
Into big black armour
Leave no trace of grace
Just in your honour
Lower me down
To culprit south
Make 'em wash a space in town
For the lead
And the dregs of my bed
I've been sleepin'
Lower me down
Pin me in
Secure the grounds
For the later parade

Once I wanted to be the greatest
Two fists of solid rock
With brains that could explain
Any feeling

Lower me down
Pin me in
Secure the grounds
For the lead
And the dregs of my bed
I've been sleepin'
For the later parade

Once I wanted to be the greatest
No wind of waterfall could stall me
And then came the rush of the flood
Stars of night turned deep to dust

-CAT POWER, The Greatest-

3 comentarios:

  1. Con este pesar, de nubes que pasan, un gris incoloro se esconde tras los pinos somnolientos, anunciando, tácitos, el atardecer. A lo lejos, una avión salpica el cielo con su estela y deja, tras de sí, algodoncitos de sueños que se deshacen. Cae una hoja, dos, tres... amarillo sobre verde mojado.
    Tras esta niebla cristalina intuyo el viento que azota las ramas, me sobrevuelan grupos de pequeños ángeles de oscuros plumajes; danzan, divertidos, en el aire con sus patitas y agitan las alas y trinan, inquietos, en busca de compañía.
    Con este frío dulzón en mis manos agrietadas suspiro un calor de tierras lejanas, no tan olvidadas, que el reloj del tiempo apagó y me escondió bajo su burbuja.Negro pajarillo, no te escondas entre las ramas. Vuela con los demás. Te espera una vida ahí fuera, tan sólo has de extender las alas y saltar.

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  2. Se apaga esta vida, de oscuridades y tinieblas. Se alejan los sueños, se escapa la brisa, huye el viento y el mar, se debilitan las luces y se consumen las velas. Se ahogan las sirenas, callan los grillos. Mueren las cenizas. Se van tras de mí. Los oigo. Descanso en mi sueño de ojos tiernos y leche tibia y sábanas de miel. Se apagan las luces. Yo me quedo dentro. Dulce descanso. Eterno desafío. El azul de tus ojos.

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  3. ¿A dónde han ido las estrellas de este cielo añil? Sus guardianas templarias se han escondido detrás de las puertas, nada apunta al horizonte, salvo una tímida y débil luna que se adivina a lo lejos. Los tejados apuntan a un lugar sin nombre, perdido entre las nubes. Me pierdo en su selva de algodones, pero no sé volver. Los pinos me hacen cosquillas en los pies. Por fin, mi ventana, un faro entre la niebla.

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